domingo, 22 de agosto de 2010

LOS COLEÓPTEROS DE DURRELL. Apuntes para una estética de la postmodernidad (2ªparte)











Los rasgos constitutivos del postmodernismo como ideología y estética los podemos resumir del siguiente modo:

1)La tesis de que desde el punto de vista económico, cultural, sociológico y político se ha producido una transición de la modernidad a un nuevo estadio histórico o incluso “más allá” de la historia. El desarrollo cualitativo de las tecnologías y de los medios de comunicación y los cambios en la producción habrían dado a luz un sociedad postindustrial o del conocimiento (Touraine, McLuhan, Giddens)
2)El rechazo del modernismo artístico y las vanguardias, postulando la liberalización estética de las servidumbres de la coherencia, la innovación y la funcionalidad y situando la significación, la referencia intertextual y la autorreflexividad como valores autónomos (Jameson)
3)La escasa atención al estudio de modelos alternativos de conocimiento e interpretación sobre la realidad que promuevan la lucha contra la desigualdad tanto socioeconómica como cultural. La sociedad de consumo promueve valores ficticios asociados a los nuevos iconos de la postmodernidad. La lógica del mercado es injusta pero muy legal (justicia distributiva)
4)La radicalización de las tesis del postestructuralismo como impugnación, entre otras, de la razón centrada en el sujeto soberano, las grandes narrativas, las pretensiones universales de validez, la idea de totalidad y en general de la racionalidad ilustrada clásica (Lyotard)
5)La crítica del fundacionalismo filosófico y teórico y la apuesta por una “nueva superficialidad” que se enfrenta a las vanas pretensiones de profundidad que tiranizan el pensamiento moderno: como el modelo hermenéutico de individuo/exterior, el modelo dialéctico de la esencia/apariencia, el modelo freudiano de de lo latente/manifiesto, el modelo existencialista de la autenticidad/alienación…etc.
6)La tesis de la diferencia como fragmentación, particularización de prácticas sociales, políticas y culturales, y de narrativas e interpretaciones locales, que se prolonga en un gusto indisimulado por las minorías nacionales, culturales, sexuales, etc, así como por los nuevos movimientos sociales.
7)Desde un punto de vista musical, se percibe una indolente presunción de veracidad sobre cuanto ya se ha publicado, justificado únicamente por su valor documental. La investigación, que podría quebrar esta peligrosa corriente, es mínima, lo que acrecienta la elevación de unas pocas ideas a dogma. A ello se une una prepotencia muy arraigada que reduce la música contemporánea a una excentricidad que precisa de una cuarentena letárgica para ser valorada.

En los próximos epígrafes nos centraremos en cuatro pilares esenciales del pensamiento cultural postmoderno: el sujeto, la historia, la teoría y una estética musical, punto de especial complejidad y que nos interesa especialmente. Será uno de esos escarabajos de Durrell que tanto nos fascinan. Agur. IFG
PD. Hace 12 años, en el mes de agosto, falleció el compositor ruso Alfred Schnittke. In memoriam.

No hay comentarios:

Publicar un comentario